domingo, 15 de agosto de 2010

Tanto va el cántaro a la fuente...

...que al final se rompe.

Años hemos pasado todos los españoles y visitantes de nuestro país, sometidos a la extorsión de un sindicato de empresa que nos ha utilizado como rehenes para mejorar las condiciones laborales y, sobre todo, retributivas del colectivo al que representa, los controladores aéreos.

No vamos a hablar aquí de este colectivo o de sus profesionales. Ya se ha dicho lo suficiente y todo el mundo ha podido formarse una opinión. Únicamente vamos a hablar de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), de cómo la avaricia rompe el saco, de qué fácilmente se puede matar la gallina de los huevos de oro, y de cómo la pésima gestión de una situación puede desembocar en una "catástrofe" (y lo pongo entre comillas, porque ya nos gustaría a casi todos formar parte de esa catástrofe) para aquéllos que esperaban un beneficio extraordinario.

En España, como en todos los sitios, existen colectivos profesionales cuyas condiciones son mucho mejores que los de otros trabajadores con un nivel de formación y una actividad laboral semejante. En el ámbito del Derecho, por ejemplo, tenemos a los notarios y a los registradores de la propiedad, funcionarios públicos que obtienen unos réditos muy superiores a jueces, fiscales o abogados del Estado, profesionales todos licenciados en Derecho y que han tenido que pasar por una oposición de semejante dureza. Quizás por ello, jamás hemos tenido noticia de que notarios o registradores hayan adoptado posturas de fuerza (como sí han ejercido los jueces, peor pagados y con una carga laboral muy superior) para intentar obtener una arbitraria mejora de su situación profesional. Es más, el gobierno ha decidido en más de una ocasión rebajar o eliminar los aranceles que aplican por sus intervenciones profesionales, y que constituyen el origen de sus ingresos, sin que siquiera hayan manifestado públicamente descontento u oposición a tales medidas, que no es que no mejoren su estatus, sino que, directamente, lo empeoran.

Y como registros y notarías funcionan muy bien y no han dado nunca ningún quebradero de cabeza a ciudadanos ni gobiernos, nadie se ha planteado jamás pararse a considerar si sus condiciones retributivas son justas, adecuadas o pertinentes.

Pero la USCA no lo ha hecho así. Gracias a su constante estado de guerra, a su confrontación reiterada con los gobiernos, a sus huelgas legales o encubiertas, a las bajas justificadas o torticeras, y, sobre todo, a la utilización constante de los ciudadanos como rehenes de unas reivindicaciones que éstos estiman exorbitantes, los españoles nos hemos enterado con pelos y señales de todo lo concerniente a su actividad laboral: formación requerida para acceder a la profesión, condiciones de acceso, escalas retributivas, actvidad profesional, horarios...; todo. Y claro, pocas simpatías han recogido los controladores en el proceso. Y el gobierno lo ha tenido fácil. Es más, el gobierno ha salido de esta confrontación claramente vencedor y reforzado.

Así pues, los controladores tienen a quién mirar para descubrir al responsable del empeoramiento de sus condiciones laborales. No es Pepe Blanco, no es el gobierno Zapatero, no son los medios de comunicación, ni son los socialistas (recordemos que Ronald Reagan despidió a más de 10.000 controladores aéreos estadounidenses en una situación similar a las que en España se han reiterado). Son esos representantes que los propios controladores se han buscado quienes, por querer ir mucho más allá de lo razonable, se han ganado la enemistad del pueblo español y han creado un banderín de enganche en su contra que el gobierno ha aprovechado para restructurar su profesión y, de paso, subir un par de puntos en su deteriorada popularidad.

Y es que si no fuera por las actitudes de la USCA, el ciudadano medio jamás se hubiera puesto a pensar en cómo aterrizan los aviones, ni en si hace falta alguien para organizarlo o bien es un proceso informático como el que controla los semáforos de las calles. Y, así, vengan días y vengan ollas...

La discreción en esta vida es obligada. Especialmente cuando uno tiene una posición de ventaja que los demás ignoran.

jueves, 12 de agosto de 2010

Los cartelistas también son sostenibles.

Fíjate en este cartel:


No es ningún montaje. Se puede comprobar la existencia de esta ayuda en la página web del Ministerio de Política Territorial: https://ssweb.mpt.es/infofondo2010/info_ciudadanos/listado_detalles_ciudadanos.php, introduciendo en su buscador de ayudas el municipio soriano de Momblona. 3.549 euros en un equipo multifunción para un pueblecito con una población de 37 habitantes, según el INE de 2004 (para qué lo querrán, como no sea para bajarse películas con la mula durante el crudo invierno...). Evidentemente, en esa cantidad global hay que incluir el coste del cartel y no sólo el del equipo informático, que para que llegue a los 1.000 euros ya hay que elegir uno de muy buena calidad. Así pues, la parte del león de la ayuda se la lleva la empresa que confecciona la valla publicitaria, lo que en el fondo está muy bien pensado: mientras que el dinero del ordenador se irá en su mayor parte a China, el destinado al cartel quedará en España. Digo yo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Ensalada de pimientos de piquillo con ventresca.

O ventresca de atún con pimientos de piquillo. Cualquiera de los dos nombres es igualmente sugestivo para un plato cuya confección es simple, rápida y barata.

Para hacerla hay que empezar por ir al Carrefour, pues son dos de sus conservas estrella las que debemos utilizar:

  1.- Pimientos de piquillo de calidad extra (0'98€):
(producto de Perú, qué le vamos a hacer, es la globalización)
 

2.- Ventresca de atún claro (1'55€):
(parece ser que es del Mediterráneo)
 

Su preparación no puede ser más sencilla: ábranse ambas latas, distribúyanse los pimientos por el plato a la manera de los radios de una bicicleta y viértase la ventresca (después de tirar un poco de su aceite) en el centro. Para su mejor condimentación recomendamos echar unas gotitas de aceite de oliva de calidad y unos granitos de sal gorda, también de calidad (ya hablaremos en otra ocasión de la desconocida sal de Salies de Bearn), sobre cada uno de los pimientos. Y ya está. Rico, rico y con fundamento. Un plato muy aparente:

Por supuesto que con pimientos de piquillo de verdad y ventresca de más escogidos atunes, el plato resultará mejor, pero la relación calidad/precio que con estos dos productos de marca blanca se consigue, me parece difícilmente superable. Además, así lo podemos acompañar con un tinto de verano, que en estas fechas se agradece más que un reserva, vino que guardaremos para cuando pimientos y ventresca sean artesanales y de calidad superior.

domingo, 8 de agosto de 2010

Gómez vs. Zapatero

¡Amigo ZP vaya resbalón! Con la que está cayendo, a quién se le ocurre presionar al Secretario General del PSM, a quien tú mismo apoyaste hace apenas tres años para que "limpiara" de guerristas y limpiara (aquí sin comillas, porque a éstos sí que había que sacarlos aunque fuera con aguarrás) de balbases el partido en Madrid, para que tire a la basura su trabajo, su discurso y su imagen labrada en estos años. Y da igual quién sea la alternativa que se proponga, Trinidad o cualquier otro/a. Ya te equivocaste con anterioridad con Miguel Sebastián y con la propia Trinidad. Y nadie pidió cuentas, porque el gobierno de la Espe lleva moribundo desde el tamayazo sin que hayamos sabido darte el descabello. Porque parece mentira que con el currículo del gobierno Aguirre no haya podido el partido quitársela de enmedio, especialmente considerando que la Comunidad de Madrid sociológicamente es progresista.

Tomás Gómez los ha puesto encima de la mesa, como no podía ser menos, y ha plantado cara. Ahora primarias. Y las va a ganar, porque no veo a guerristas y balbases apoyando a tu candidata. Afortunadamente, yo no creo que las primarias debiliten al partido. Antes al contrario: es una publicidad añadida para el candidato vencedor y, ya se sabe, lo importante es que hablen de uno, "aunque sea bien". El único problema es cómo gestionar los apoyos, y ver si alguna de las candidaturas va a negociar con los guerristas, balbases u otras tribus, un reparto de sillas.

¿Las encuestas sobre a quién se prefiere de candidato? Pues valen de poco, ya lo sabemos. Nadie quiere a Rajoy y, hoy por hoy, parece que ganaría de calle unas elecciones generales. De lo que se trata es de presentar un proyecto que movilice (no que ilusione) al electorado de izquierdas y progresista de Madrid, que les haga ir a votar para echar de una vez a estos "liberalfalangistas" del gobierno de la región. Un gobierno enfangado en mil asuntos oscuros; un gobierno que sólo gobierna para los amigos; un gobierno que da jugosos contratos a los partidarios, que reparte emisoras de radio y televisión entre grupos ultraderechistas, que entrega la enseñanza y la educación de nuestros hijos a sectas ultracatólicas, que trata por todos los medios de convertir la sanidad en el negocio privado de multinacionales de dudosos antecedentes. Y tantas y tantas otras cosas.

Es nuestra obligación terminar con esto de una vez. Y la solución no es cambiar  "al delantero centro". Juego de equipo es lo que se necesita, y no que los suplentes se dediquen a mover el banquillo.

Esta vez, ZP, te has equivocado significándote tan abiertamente, y yo aplaudo el coraje de Tomás Gómez por plantar cara. Porque, ¿te habrías atrevido a una maniobra semejante en Andalucía, Cataluña o Euskadi? Pues no. Si no querías a Tomás, deberías, primero, haber sido más cauteloso, haberte mantenido al margen, haber dejado el trabajo sucio a otros, como si esto no fuera contigo. Porque, al final, vas a tener que apoyar a Tomás Gómez si gana las primarias, y vas a tener que levantarle la mano en el balcón de Ferraz si gana la Comunidad. Un Secretario General nacional y Presidente del Gobierno no puede "bajar" a meterse en este navajeo de suburbio portuario.

Mantequilla fácil de untar.

Traten otros del gobierno
del Mundo y sus monarquías
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno
(...)
Góngora lo tenía claro. Sería porque entonces no existían todavía las infames mantequillas fáciles de untar que, al parecer están causando furor entre el consumidor español sin criterio. Y digo sin criterio y digo bien. Porque lo que está comprando es un grosero sucedáneo compuesto por mantequilla en un porcentaje variable, y nata o, incluso, aceites vegetales de distinto pelaje hasta completar la fórmula (más los respectivos conservantes, aromatizantes, estabilizantes, etc). Su sabor es, por supuesto, mucho peor que el de la mantequilla de verdad, y su textura "suave y aterciopelada" es hasta desagradable.

Y por si esto fuera poco su precio es mayor, lo que no es de recibo para un vil sucedáneo. Quizás por esto todas las firmas se han lanzado a poner en el mercado su propia mantequilla fácil de untar. Y esto es intolerable, especialmente para marcas que hacen gala de la calidad de sus productos y por ello, los venden a un precio superior al de otros competidores. Es el caso de la Central Lechera Asturiana, que, remedando un envase de ketchup, ha puesto en el mercado con gran boato su MFU, a la que ha llamado, además, "botequilla". Asquerosa. ¿Alguien se imagina a Loewe haciendo y publicitando carteras de polipiel o, sencillamente, plástico? ¿Y a Lindt pregonando las excelencias del sucedáneo de chocolate? Pues no. ¿Ésa es la imagen de marca que quiere CLAs, la de una empresa que pone en el mercado productos de segundas o terceras calidades? Y lo mismo puede decirse de otras industrias que presumen de pedigrí. Alguien debería poner en la calle al brillante ejecutivo que ha decidido que su empresa se lance a competir con la escoria de la industria alimentaria.

El otro día fui al Carrefour Market (antes express) de Conde de Peñalver (Madrid) y en la nevera de las mantequillas pude comprobar con sorpresa y desagrado que todas ellas eran MFU, salvo una mantequilla holandesa que fue la que, por supuesto, compré. No había alternativa. Comprendo que la marca blanca de Carrefour opte por la MFU y abandone la mantequilla normal, se trata sólo de ofrecer un mejor precio al cliente. Pero ¿y las demás? ¿les conviene igualarse por abajo a las marcas blancas?

Pero la culpa, como siempre en estos casos, es del consumidor, que llega al estante del súper y echa a la cesta lo que pongan por delante. Que podamos seguir disfrutando de nuestro desayuno como hacía Góngora (y seguramente también Quevedo) está en nuestras manos. No les permitamos que nos engañen con esto. La mantequilla de verdad o pan con aceite (que éste sí que es fácil de untar). NO COMPRÉIS MIERDAS.

sábado, 7 de agosto de 2010

¡Estaban avisados!

El título de este blog, que contendrá las reflexiones personales del autor sobre los temas más variados, se debe a una nota manuscrita que el conserje de su casa colocó en el portal una noche de invierno. "Estaban avisados". Éste era su único contenido.

Se había estropeado la caldera de carbón y los vecinos mitigaban el frío de sus hogares con estufas eléctricas. La red de la casa no estaba preparada para la demanda que suponía la conexión de tantos aparatos y, por ello, se iba la luz continuamente. El portero pasó por todas las viviendas (90) para indicar que no se conectaran más radiadores, pues la instalación no daba más de sí. Los vecinos, por supuesto, hicieron caso omiso de sus advertencias y éste, antes de concluir su jornada laboral, y previendo lo que después efectivamente sucedería, colocó el papel antedicho, cuya lectura imaginó que caería como una losa sobre cualquier vecino que bajara a buscarle para que volviera a conectar la luz.  Pues bien, sépanlo también cuantos se acerquen a este blog: aquí se tartará con acerba crítica los asuntos más variados. Y casi siempre con ánimo de ofender. Estaban avisados.